Las puertas de aluminio son una de las opciones más recomendadas para viviendas y negocios por su resistencia, durabilidad y estética moderna. Sin embargo, como cualquier elemento expuesto al uso diario y a la intemperie, requieren ciertos cuidados para conservar su aspecto y su funcionalidad durante muchos años.
En este artículo te explicamos cómo limpiar y mantener una puerta de aluminio, qué productos son los más adecuados y qué errores debes evitar para alargar su vida útil.
Ventajas de las puertas de aluminio en cuanto a durabilidad
Antes de entrar en consejos prácticos, conviene recordar por qué las puertas de aluminio a medida se han convertido en una de las elecciones favoritas:
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No se oxidan: a diferencia de otros metales, el aluminio resiste la corrosión, incluso en zonas húmedas o costeras.
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Mantenimiento sencillo: basta con limpiezas periódicas para que se mantengan en buen estado.
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Gran resistencia: soportan golpes, rayos solares y cambios de temperatura sin deformarse.
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Estética duradera: los acabados lacados o imitación madera conservan su color con el paso del tiempo.
Aun así, la suciedad, el polvo, la contaminación o el uso intensivo pueden afectar tanto a la apariencia como al rendimiento de la puerta. Por eso, el mantenimiento regular es clave.
Limpieza básica de una puerta de aluminio
La limpieza de las puertas de aluminio de exterior o interior no es complicada, pero debe hacerse correctamente para evitar daños.
Paso 1: Preparar los materiales
Necesitarás:
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Agua tibia.
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Jabón neutro o limpiador específico para aluminio.
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Paños de microfibra o esponjas suaves.
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Cubo y guantes de protección (opcional).
Evita productos abrasivos, estropajos metálicos o limpiadores con amoníaco, lejía o disolventes. Pueden dañar el acabado lacado.
Paso 2: Retirar el polvo y la suciedad superficial
Pasa un paño seco o un plumero para quitar el polvo acumulado, hojas u otros restos. Si se trata de una puerta de garaje de aluminio, este paso es aún más importante porque suele acumular más residuos.
Paso 3: Limpiar con agua y jabón neutro
Prepara una mezcla de agua tibia con un poco de jabón neutro. Humedece el paño de microfibra y frota suavemente toda la superficie de la puerta, prestando atención a las zonas de más contacto (tiradores, bordes, cerradura).
Paso 4: Aclarar y secar
Aclara con agua limpia y seca con otro paño suave para evitar marcas de agua o humedad.
Limpieza profunda y mantenimiento periódico
Además de la limpieza básica semanal o quincenal, se recomienda realizar una limpieza más profunda cada 3-6 meses, sobre todo en puertas expuestas al exterior.
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Revisar juntas y burletes: comprueba que los burletes de goma no estén deteriorados. Si están agrietados, cámbialos para mantener el aislamiento.
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Lubricar bisagras y cerraduras: usa lubricante de silicona o grafito (nunca aceites pesados que atrapan polvo). Esto evitará ruidos y atascos.
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Comprobar tornillería: aprieta los tornillos sueltos en bisagras o herrajes para garantizar un cierre firme.
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Limpiar cristales o paneles decorativos (en caso de puertas con vidrieras o acabados especiales).
Errores comunes al limpiar una puerta de aluminio
Para que tu puerta se mantenga en buen estado durante más años, evita estos errores:
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Usar estropajos o esponjas abrasivas → rayan la superficie.
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Aplicar productos químicos agresivos (lejía, amoniaco, disolventes) → deterioran el lacado o el color.
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No secar tras la limpieza → puede dejar manchas de cal o humedad.
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Ignorar las bisagras y cerraduras → se deterioran antes que la propia puerta.
Consejos extra para alargar la vida de tu puerta de aluminio
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Protege las zonas expuestas al sol intenso: si la puerta recibe muchas horas de sol directo, un toldo o visera puede ayudar a mantener el color más tiempo.
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Haz revisiones anuales: un instalador puede detectar desgastes o desajustes antes de que se conviertan en problemas mayores.
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Personaliza con acabados duraderos: en nuestra fábrica de puertas de aluminio en Toledo trabajamos con lacados certificados que ofrecen mayor resistencia a la intemperie.
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Cierra siempre con cuidado: aunque las puertas de aluminio son robustas, el trato cuidadoso prolonga su vida útil.
¿Cada cuánto tiempo conviene limpiar una puerta de aluminio?
Depende de la ubicación:
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Interiores: una limpieza mensual suele ser suficiente.
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Exteriores en ciudad: cada 2-3 semanas, ya que la contaminación ensucia más rápido.
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Exteriores en zonas rurales o de playa: cada semana, para evitar acumulación de salitre o polvo.
Las puertas de aluminio son una inversión a largo plazo gracias a su durabilidad y resistencia. Sin embargo, un mantenimiento sencillo y regular es la clave para que luzcan como el primer día y sigan cumpliendo su función durante décadas.
Con una rutina de limpieza básica, lubricación de herrajes y revisiones periódicas, podrás disfrutar de tu puerta de aluminio durante muchos años sin necesidad de grandes gastos en reparaciones.
En Puertas Toledo somos especialistas en la fabricación de puertas de aluminio a medida, puertas acorazadas y puertas de garaje seccionales o abatibles. Si necesitas asesoramiento sobre cómo cuidar tu puerta actual o quieres instalar una nueva, nuestro equipo estará encantado de ayudarte.






